Por:
Felix Miranda Quesada
Asesoría Virtual Integral
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En la curva de aprendizaje en los diferentes campos que nos desarrollamos, debemos tomar nota, no solo de las teorías academicistas que nos imponen nuestros “maestros” y la misma competencia, sino de lo que demandan nuestros lectores, clientes y suscriptores.
Esto último, marcará la diferencia entre dar lo que queremos dar o, dar lo que nos piden. Es esencial conocer el grado de satisfacción de nuestros lectores, prospectos o clientes, tanto en lo que a material informativo o de enseñanza se refiere, como lo relacionado con material promocional. Esto solo se logrará teniendo un acercamiento con nuestros suscriptores, clientes, estudiantes y lectores en general; algo que, muchos empresarios en internet obvian, aislándose de los “simples mortales” y relegándolos a la atención de sus “empleados”, los auto respondedores, los correos programados, las cartas de venta confeccionadas con software y formatos predefinidos.
Cuando de satisfacer se trata, es más importante dar lo que nos piden, que lo que queremos dar. Nuestros gustos no siempre son los gustos de nuestros suscriptores. Esto debido a muchos factores, entre los cuales destaca de forma relevante la cultura. La cultura de las personas es diferente de país a país, de comunidad a comunidad y de persona a persona. ¿Acaso no difieren los gustos de los miembros de una familia? ¿Estudian todos en una familia las mismas carreras profesionales? ¿Trabajan todos los miembros de una familia en el mismo tipo de trabajo? ¿Leen todos los miembros de una familia el mismo tipo de libros?
Llama la atención, cuando algún emprendedor inicia un nuevo proyecto, ya sea en el multinivel, como afiliado o cualquier otro campo de los negocios en internet y pretenden que todos entremos en el mismo tipo de negocio, que todos ofrezcamos a nuestras listas los mismos productos que él o ella se encuentran promocionando. Pero no es así. Muchas veces le he dicho a alguno de mis colegas, “te deseo mucha suerte, pero yo no voy a trabajar en ese programa en el que estás”. Como profesor de Contaduría Pública, cuando inicié ejerciendo la profesión, tanto como docente como en el ejercicio profesional, pretendía que todos estudiaran la misma carrera y, se me hacía raro que a las personas no les gustara mi profesión. Hasta que entendí que mi profesión no era ni la peor ni la mejor, era eso, una profesión que gustaba a muchos, pero no a todos.
Frecuentemente cometemos el mismo error a la hora de darle información a nuestros seguidores y clientes, creyendo que la temática y la forma de enfocarla que a nosotros nos gusta, les gustará a todos por igual.
Pero, en mi opinión, es peor aún, cuando pensamos que lo que la competencia está dando, aún cuando sea gratis, es lo que nosotros también debemos dar. O, que la forma como la competencia redacta sus cartas de ventas o sus correos, es la forma como nosotros deberíamos hacerlo. La experiencia nos ha enseñado que no es así. Si queremos tener éxito en nuestros proyectos y negocios, debemos ser creativos y originales.
Muchas veces las personas (nosotros incluidos) nos sentimos defraudados de la forma como se vienen realizando las cosas, como se nos presentan y eso hace que ni siquiera nos sintamos motivados a leer un correo, una carta de ventas, un anuncio publicitario, etc. Pero, debo admitir que, en ocasiones, cuando vemos algo fuera de lo común, algo que ha roto los paradigmas, inmediatamente nos sentimos atraídos a leer y, terminamos altamente satisfechos con ello, siendo muchas veces inducidos, incluso, a comprar.
No es necesario, ni ético, poner ejemplos de casos en los que se presentan estas situaciones, en las cuáles quizás, caemos algunos de nosotros muchas veces. Pero más allá de identificar “culpables”, lo importante es aprender de nuestros errores y cambiar el rumbo de nuestras acciones, para alcanzar el éxito en nuestros negocios.
Un ejemplo de situaciones que pudiéramos cambiar, lo constituye la diferencia entre recibir un aburrido y cargado correo con una propuesta de negocios de “ganar – perder”, en donde gana el “inteligente” y pierde “el tontito” a un correo amistoso con una propuesta que evidencia claramente una invitación a realizar negocios con el propósito de “ganar – ganar”, donde ganan dos personas inteligentes.
Estos últimos serán siempre más bienvenidos que, aquellos en los que presentamos nuestros negocios de manera poco amistosa, intentando “obligar” a nuestros prospectos a comprarnos.
Dichosamente, la tecnología nos permite en la actualidad enviar correos en los que destaquemos algún color que elimine ese aire de tanta seriedad en nuestro negocio, podemos incorporar fotos, imágenes, relatos, ejemplos y experiencias.
Proveer a nuestra lista (prospectos) de un boletín con material promocional agradable y en un tono amistoso, creará en ellos un estado anímico positivo y un buen humor para seguir en contacto con nosotros. El material promocional enviado en nuestros correos debe ser altamente agradable a la vista, atractivo no solo en cuanto a su forma, sino también en cuanto a su contenido. Que desagradable cuando alguien nos promete darnos algo único, productos calientes (o como se dice en inglés hot products), o, como dicen otros “oro puro” y descubrimos que hace ya varios meses o quizás años poseemos ese producto.
Sin embargo, si ese mismo producto lo presentaras con expresiones como: “…por si aún no estás disfrutando de este producto”, o “…si lo tienes ya, espero lo estés disfrutando, pero si aún no lo tienes, te presento este excelente producto”. Te aseguro que tus lectores te lo agradecerán y no tendrán un mal concepto de ti.
En cuanto a tus artículos, no importa sí tienes que invertir tiempo, dinero o recursos, entrega artículos de calidad. Aún si tienes que contratar profesionales experimentados en Copywriting para que te los escriban. Un artículo efectivo debe ser capaz de generar y establecer confianza y credibilidad entre tú y tus clientes. Tus artículos deben ser altamente informativos, que den un valor agregado y no solamente para cumplir con tus envíos.
Si se trata de artículos promocionales deben resaltar de manera transparente y con claridad los beneficios de tus productos o servicios. Estos no deben intentar ser tan persuasivos que ofendan la inteligencia de las personas. Tus anuncios deben ser claros, no permitas que tus lectores deban adivinar.
Con frecuencia recibo promociones de personas que entran a algún negocio del multinivel y recibo amplia información de la estructura de las matrices, cuánto supuestamente voy a ganar, cómo me van a pagar, etc., pero termino sin saber de qué se trata el producto que están promocionando, qué es lo que venden, para qué sirve, cómo lo puedo utilizar. Debe ser tan claro tu material promocional, que debiera anticiparse a las necesidades y preguntas de tus clientes.
Recuerda que puedes recurrir a imágenes, fotos, videos, audios o a una combinación adecuada de éstos, que motiven al lector a continuar con la lectura. No se trata tampoco de generar un álbum de fotos o imágenes sin información que pudiera dejar al lector sin los elementos necesarios para que se decida a tomar acción, comprándote. Al fin y al cabo lo que deseas es realizar una venta.
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